martes, 7 de enero de 2014

Probando Aerith (IX)

Pasó un tiempito desde la última partida y cuando quise organizar esta, casi ninguno de los jugadores podía venir. Es enero y se entiende. De todas maneras, Alejandro sí pudo, y siendo que su personaje Rein había participado en menos sesiones, me pareció justo equilibrar el asunto.

La partida fue más corta porque tenía un compromiso a media tarde, así que sólo duró 2 horas, en las que hubo pocas tiradas de dados (sólo dos, ambas de Negociar) y que pasó volando, a pesar de lo entretenida que fue. Como verán, el contenido fue medio escabroso, por el tono del personaje y las decisiones que toma, amparado en sus Claves (de la Sed de Sangre y del Poder). Sin embargo, me pareció perfecto porque quiero pulir un juego que permita este tipo de personajes y situaciones, y es justamente el tipo de juego que quiero jugar, ahora que tengo cierta madurez (como persona y como jugador), sin violencia gratuita, aunque haya cuestiones crueles y sangrientas de por medio.

Recapitulando, Rein obtuvo MUCHO dinero y ahora llegó a una ciudad de la Región de los Lagos buscando invertirlo en cuestiones ilegales. El jugador aceptó tomar el Elemento Clave "Un puesto en la frontera donde se consiguen cosas ilegales", por lo que armamos lo siguiente. Él contactó a un tabernero metido en el "asunto", quien lo guió hacia un lugar fuera de la ciudad. Se trata de un alejado poblado, en mal estado, que fue tomado por mercaderes inescrupulosos y comerciantes de todo tipo para hacer negocios turbios. Ellos viven allí y hasta tienen una especie de policía y todo. Es la ciudad de la ilegalidad, donde los negociantes sólo deben pagar una comisión fija mensual para mantener el derecho de vender cualquier cosa.

Al ver la enorme cantidad de dinero que Rein tenía, y viendo que quería meterse en el negocio de esclavos, simplemente corrieron a uno de los esclavistas de la ciudad, que tenía muchas deudas de "comisiones", y lo forzaron a venderle un negocio venido a menos. Así, Rein obtuvo una pequeña prisión con una veintena de esclavos de poco valor, al igual que una casa enorme en donde viven él y dos guardias que antes eran empleados del viejo esclavista caído en desgracia.

Rápidamente Rein empezó a tantear cambios, aunque estos no siempre fueron bienvenidos por los guardias, quienes lo aconsejaron de no mover demasiado el avispero, ya que el negocio no andaba muy bien. El dueño anterior tomó malas decisiones y por eso tiene pocos esclavos y de escaso valor.

Una de las ideas que Rein está explotando es la formación de un grupo de mercenarios que se dedique a capturar personas en regiones lejanas para venderlas como esclavos. Para eso intentó adiestrar a sus guardias, está tanteando la contratación de mercenarios, para entonces no tener que depender tanto de los esclavistas que le venden actualmente.

Durante ese primer día en el negocio tuvo la visita del primero de ellos: justamente un grupo de cinco mercenarios que se dedican a capturar personas en reinos donde la esclavitud está prohibida, para venderlas en reinos donde es legal o al menos no se persigue activamente. Rein compró un total de cuatro esclavos: tres mujeres y un hombre.

Aquí tuvo lugar una de las pocas tiradas de la partida, cuando Rein se puso a negociar el precio de los esclavos y obtuvo un meritorio empate contra su oponente, que tenía mucha más experiencia. De manera que logró bajar el costo de los cuatro esclavos, de cinco medidas de oro a cuatro y media.

A diferencia del resto, estos esclavos son jóvenes y fuertes, por lo que Rein quiere empezar a competir con el otro esclavista del poblado, que compra mejor cantidad de esclavos pero de mayor costo.

En esos momentos tuvieron lugar las escenas más crueles de la partida, entre el asesinato de uno de los esclavos anteriores, que Rein utilizó para mostrar su poder, como el manejo de las esclavas, que serían vendidas como prostitutas o amantes de nobles. Una de ellas sobresale: una mujer rubia llamada Kae, quien ha osado no responder a las preguntas de Rein y sólo lo ha hecho bajo la amenaza de muerte que pesaba sobre otro esclavo. Según lo ha manifestado el mercenario que se la vendió, era hija de un noble de un país lejano que contrajo una deuda muy alta y no pudo pagarla.

Para finalizar la partida, Rein ha compartido un rato charlando con sus empleados (renovando la Reserva de Instinto, que bajó un poco cuando compró un dado de bonificación para la tirada de Negociar sobre el precio de los esclavos). Finalmente se dirigió a la ciudad cercana, para ver si puede comprar algo más que le sea de utilidad y comenzar a reforzar lazos comerciales.


Dos cosas que aprendí de esta partida: en primer lugar, necesitaba una Habilidad para enseñar, la cual agregué rápidamente un par de días más tarde a las reglas. El que Rein quisiera enseñar a sus guardias a pelear mejor es algo totalmente lógico en él; por otra parte, yo ya había planteado que ciertos Secretos y Habilidades sólo se podían aprender con la ayuda de algún maestro. Así que agregué la Habilidad, sólo falta pulir algunos temas de la mecánica.

La segunda cosa que aprendí es que necesito rápidamente un sistema más o menos sencillo de manejo de "dinero" y trueque. Casi no hay oro o plata en el mundo de Aerith, por lo que la cuestión es más compleja que en otros juegos. ¿Qué utilizar como parámetro?

Rápidamente se me ocurrió usar algo similar al "parámetro hamburguesa", que compara países según el precio de ciertas hamburguesas de cierta conocida franquicia. Así que pensé en utilizar medidas de comida y medidas de alojamiento: dos de las cosas que más hacen falta y que son más solicitadas en Aerith. Así, una medida "standard" de comida y una casa mínimamente digna para una persona son medidas para comparar elementos en trueques: una gallina "costaría" una comida, una piara de cerdos podría servir para doscientas comidas o para comprar una casa decente para dos personas. Obviamente los costos variarían en cada lugar dependiendo de la disponibilidad.

Finalmente, para cosas mucho más caras, sí se usaría la "medida oro": unos 200 gramos de este metal en buen nivel de pureza. Esta es la medida que estoy usando con Rein, actualmente.

Con estos tres niveles, bastante abstractos, quiero manejar todo lo referente a riqueza y dinero. Tengo que ponerme a redactarlo, aunque ya agregué lo básico en el apartado de ambientación. Mientras tanto, también estoy agregando detalles de ambientación aquí y allá.

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